Katia Miguelina Jiménez Martínez

Katia Miguelina Jiménez Martínez
Por una justicia democrática

martes, 19 de julio de 2011

La semilla ha germinado



Por Katia M. Jiménez Martínez (Katia_miguelina@yahoo.es)

Iniciaré confesando la alegría y emoción que nos embarga tanto a mí como a todos mis compañeros miembros de la Asociación Jueces Dominicanos para la Democracia (JUDEMO), profesionales probos y dedicados a buscar el bienestar de nuestra patria, quienes estamos viendo hacerse realidad un sueño añorado de la judicatura nacional durante mucho tiempo: tener una asociación que se constituya en la voz política de todos y cada uno de los jueces del país.

Precisamente, y a modo de ir concientizando a los colegas jueces de nuestra nación, y a la sociedad en sentido general, organizamos un seminario que denominamos Justicia y Democracia, para procurarnos, además, la asimilación de la experiencia de otros países en donde el asociacionismo judicial ha sido implementado durante muchos años, al tiempo de poder analizarlo desde el marco de lo académico y desde la óptica de República Dominicana.
En efecto, en países como Argentina, Puerto Rico y Costa Rica, el asociacionismo judicial tiene vigencia, desde hace más de 80, 30 y 18 años, en orden secuencial. Precisamente, de tales países provenían los panelistas especiales que disertaron en el seminario. El Dr. Miguel Angel Caminos, Presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Magistrados (FLAM); Hon. Mirinda Vicenty Nazario (1ra. Vice Presidenta de la FLAM) y MSc. Adriana Orocú Chavarría, Presidenta de la Asociación Costarricense de la Judicatura (ACOJUD).

Valió la pena el esfuerzo hecho por los asociados a JUDEMO y por la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), entidad que generosamente co auspició el evento, en razón de que los jueces que se dieron cita a la actividad comprendieron la incidencia que tiene el asociacionismo judicial en el fortalecimiento de los valores de la justicia, así como para  lograr los procesos de cambio institucional en el seno de los Poderes Judiciales de los Estados Democráticos.

El evento académico, el que también sirvieron como panelistas los dominicanos magistrado Mario Nelson Mariot, Juez de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de La Vega; magistrado Darío Gómez Herrera, juez de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de la provincia de Santo Domingo y el Dr. Cristóbal Rodríguez Gómez, abogado experto en derecho constitucional, pudimos demostrar que los jueces dominicanos poseemos los perfiles necesarios que imponen los regímenes democráticos y constitucionales para garantizar la independencia de los jueces frente a cualquier injerencia tanto interna como externa. Y la mejor manera de poder decirle al mundo que somos un sistema judicial del Siglo XXI es a través de una asociación de jueces, capaz de impulsar y promover la importancia del asociacionismo judicial, llevando el mensaje a todos los colegas jueces y a la sociedad en sentido general de que justicia y libertad son caras de una misma moneda: No hay libertad sin justicia, y no hay justicia sin libertad.

Los encendidos e interesantes debates que allí se generaron permitieron que los jueces que aún se planteaban la posibilidad de sumarse a este movimiento lo hicieran, pero conscientes y convencidos de la importancia de ello. Todos y cada uno de ellos asumieron el compromiso de concretizar la idea de que sin jueces independientes no hay justicia. 

En otras palabras, la participación en este escenario académico permitió que sembrásemos en los colegas jueces que asistieron las inquietudes del asociacionismo; que hoy muchos estén dispuestos a trabajar en favor de nuestra asociación, que es de beneficio mutuo, sobre todo porque en ese escenario, los expositores tanto nacionales como extranjeros, hicieron posible que reafirmásemos que  los jueces de la democracia son independientes y que los jueces independientes son el sustento de la democracia.

Otra cuestión a destacar es que este seminario también permitió un acercamiento de los jueces con diversos sectores de la sociedad, lo cual ha sido significativo, dado que es diversa y rica la interrelación que nuestra asociación, Jueces Dominicanos para la Democracia, se propone impulsar,  mantener y acrecentar, todo lo cual involucra al sector público, privado, con la comunidad jurídica, con el mundo académico, la iglesia, con organizaciones de la sociedad civil de nuestro país y con organismos internacionales. Y es que todos son parte de la sociedad.

Esto así porque se precisa superar la concepción de “castas judiciales” y la separación de la sociedad de la magistratura y viceversa: la relación con la sociedad y los ciudadanos es un elemento de gran importancia para la renovación de la magistratura, sobre todo si la sociedad se rea propia del debate sobre la justicia, porque en un Estado democrático, el control más eficaz sobre cualquier poder es el control difuso y el de la crítica de la opinión pública.

Definitivamente, la semilla del asociacionismo judicial ha germinado en República Dominicana, y sus jueces hemos despertado de ese letargo que por tantos años padecimos, pero hoy con mucho entusiasmo y convencimiento gritamos al mundo que ¡juntos, podemos ser más justos!




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